Economía de la miseria

Aumento de pobreza, saldo de la crisis en México

Ahora puede conocerse algunos saldos de la crisis del año pasado, originada en Estados Unidos por la quiebra de Lehman Brothers y la crisis del mercado inmobiliario en aquél país. México registró una caída en su crecimiento de 6.6; 6 millones de personas fueron arrojadas a la pobreza alimentaria; es decir, habitantes que viven con menos de $ 2.85 USD al día. 1

En América Latina el número de pobres creció de 180 a 189 millones de personas, según cifras de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL); dos terceras partes concentradas en nuestro país.

Los mexicanos en pobreza alimentaria fueron 34.7 millones en 1996 (casi la mitad de ellos, 15 millones, por la crisis de 1995); en 2006, 14.4 millones; en 2008, 19.5 millones.2 Eso quiere decir que por lo menos la cuarta parte de los mexicanos permanece ahora en esa condición.

Recientemente el Banco Mundial anunció la reducción en uno y 2 millones de personas saldrán de la pobreza en México, fruto del uso de programas sociales. Un “logro” de vergüenza, sin duda.3

Hay dos maneras de combatir la crisis desde el estado: con la reducción de impuestos y la inversión gubernamental. Lamentablemente en México no se dio ni la una (al contrario, aumentó el IVA del 15 al 16 % a partir de 2010), ni la otra (la “obra del sexenio”, la refinería en Tula, Hidalgo, lleva un retraso de meses).

Si dejamos de lado las discusiones doctrinarias (de las finanzas públicas “sanas”, que por cierto ni desde donde se impusieron se invocan con tanta vehemencia como en México) el hecho es incontrovertible: el gobierno de México puso en práctica una política procíclica ante la crisis. La administración de Calderón superó lo que ni Salinas ni Zedillo juntos: aumentar el número de mexicanos en pobreza a la cuarta parte de la población. Tan lejos del FMI (si, de los ultraliberales que ahora pugnan por regular la “mano invisible” del mercado) y tan cerca de… la miseria.

México DF, 3 de agosto de 2010

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Notas:

3Aunque para el diario Excélsior fue tan notable, que le dio la primera plana del 2 de agosto, y la primera de su sección “Dinero.”

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